Buscar

Experiencias del taller de fotografía y robótica del Instituto México Toluca

Compartir:

Adrián Rebollo Morales 

Adrián Rebollo es estudiante de 4º semestre de preparatoria. Participo en el taller de Robótica y Fotografía desde el primer semestre, mi interés por el taller derivó por el gusto de la tecnología y películas de ciencia ficción. Cada sesión en el taller se convirtió en una oportunidad para aprender algo nuevo, desde programación, diseño 3D, electrónica, manejo de software de diseño, solución de problemas estimulando capacidad para enfrentar obstáculos, adquirir conocimientos y habilidades fundamentales para trabajar en proyectos de manera colaborativa, permitiéndole desarrollar el trabajo en equipo.

Participar con mis compañeros con el proyecto de una mano robótica en la Primera Feria de Ciencias y Tecnología de Preparatoria que el Instituto México de Toluca, realizamos en el tercer semestre, me permitió aplicar los conocimientos adquiridos a través de los tres semestres cursados en el taller. Diseñé junto con mi equipo la mano robótica pensando que tuviera una utilidad médica, el diseño se desarrolló utilizando software de diseño 3D y simulación del circuito, servomotores, sensores, la placa Arduino, y un código para hacerla funcionar lo cual fue todo un desafío y muchas horas de trabajo.

Mirando hacia el futuro, reconocí cómo el estar en el taller podría abrirme puertas en mi carrera. Las habilidades adquiridas se convierten en una ventaja clave en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología. La capacidad para desarrollar soluciones robóticas no solo es valiosa en el ámbito de la ingeniería, también tiene aplicaciones en la medicina, industria, la innovación en general.

Mi participación en el taller no solo amplió mis habilidades técnicas, sino que también fortaleció mi interés por la robótica. Esta experiencia no sólo impactó positivamente mi crecimiento personal y académico, sino que también me brindó una perspectiva emocionante y prometedora sobre el papel de la robótica en el mundo actual y futuro.

Amaris Ortiz Escandón 

En el taller de Robótica y Fotografía, exploramos los componentes de ambas áreas de diversas maneras. Aprendí sobre los componentes electrónicos y los usé en circuitos para un fin concreto, así mismo exploré el diseño e impresión en 3D para diversas finalidades. En Fotografía aprendí a retratar la belleza de lo visible, aprovechando distintas técnicas. Todo esto de la mano de un increíble equipo conformado por mis compañeros y maestras.

Al inicio del semestre pasado, los docentes nos informaron sobre una “Semana de la ciencia y tecnología” que involucraría a los estudiantes. Decidí basar mi proyecto en un sistema electrónico programable, el cual me permitiera aplicar los conocimientos adquiridos en Taller de Robótica y  la clase de programación. Mi equipo y yo elegimos desarrollar un bote electrónico abre-solo, basado en el uso de sensores, una tarjeta Arduino, y un servomotor; buscando facilitar la disposición de desechos en el lugar adecuado, especialmente para los niños y personas con dificultades.

Fue un gran desafío, pero uno divertido, ya que al ser la única participante de mi equipo con conocimientos de Robótica, mi participación estuvo enfocada en el desarrollo del producto. A pesar de parecer un proyecto de principio simple, hubo algunas dificultades, desde la funcionalidad de los componentes hasta la programación, pero pudimos superarlas gracias a la buena guía de los docentes y tiempo invertido en el proyecto, lo que nos permitió completarlo con éxito y presentarlo en la “Semana de la ciencia y tecnología”.

El Taller de Robótica y Fotografía ha sido una experiencia muy enriquecedora e interesante, lo que me permite conocer más sobre mi área de interés y aplicarla en proyectos tangibles así como en nuevos desafíos.

Yaretzi Alejandra Bravo Zarate 

Desde el tercer semestre de preparatoria, formo parte del taller de Robótica y Fotografía. Principalmente, me uní a este taller debido a mi interés de toda la vida en el funcionamiento de las máquinas y su contribución en el día a día. Sin embargo, nunca había tenido la oportunidad de aprender cómo se construyen las cosas, por eso me interesó formar parte del taller. Me alegra saber que después de casi tres semestres pude aplicar esos conocimientos para elaborar un proyecto con el potencial de desarrollarse a nivel profesional.

En septiembre de 2023, nos informaron que se llevaría a cabo la primera Feria de Ciencia y Tecnología y que debíamos participar con un proyecto relacionado con alguna materia de ciencias. Decidimos acercarnos a nuestra maestra de física, quien nos proporcionó un listado con varios proyectos relacionados con la física. El que más llamó la atención de mi equipo fue la elaboración de un bastón ultrasónico, ya que tenía la aplicación de la tecnología para resolver una problemática social.

Al investigar cómo elaborar este proyecto, me di cuenta de que no era tan complicado, ya que su elaboración estaba basada en componentes que ya conocía debido al taller de robótica. Por lo tanto, me comprometí a elaborar el bastón, desde su armado hasta su programación. Para ello, necesité un poco de orientación de mi maestra de robótica, pero al final logré comprenderlo. En conjunto con la investigación de mi equipo, presentamos un buen proyecto que nos otorgó el primer lugar de nuestra generación. Esta experiencia no solo se queda a nivel académico para mí, sino que también tuvo un impacto personal. Al formar parte del taller, me di cuenta de mi potencial para desarrollarme en un nivel profesional, lo que me motiva a estudiar Ingeniería Biomédica para poder desarrollar aún más el prototipo presentado en la feria de ciencias y así contribuir a la sociedad.

Álicka Méndez Sandoval

El tesoro más valioso para mí es sin duda, mi mente. Como estudiante de Robótica y Fotografía, me sumerjo en el aprendizaje constante, siempre en búsqueda de más conocimiento. En este texto, deseo destacar la importancia de mi primera fuente de conocimiento: mi institución educativa.

El Instituto México no sólo me ha proporcionado una educación de alta calidad, sino que me ha brindado la oportunidad de explorar y aplicar mis conocimientos de manera significativa. Desde trabajos sencillos hasta grandes proyectos, tal como la participación en la Feria de Ciencia y Tecnología, donde desafié mis habilidades y conocimientos en robótica. Mi proyecto, fusiona mis dos pasiones: robótica y neurociencia; este proyecto pretendía representar el impacto de la drogadicción en las redes neuronales por medio de luces led qué fueron programadas, fue un reto que fortaleció mi destreza académica y avivó mi sed de conocimiento.

Estoy convencida de que estas habilidades enriquecerán mi futuro y me prepararán para mi carrera universitaria.

Además, he tenido el privilegio de trabajar en otros proyectos que han ampliado mi visión y consolidado mis destrezas.

No puedo concluir sin mencionar la otra faceta de mi formación: la fotografía. Este taller no solo me ha permitido conocer lo que existe detrás del equipo fotográfico y su funcionalidad, también me ha permitido descubrir la auténtica belleza en lo cotidiano y el arte de capturarla en una imagen.

Creo firmemente que elegir esta optativa de taller fue beneficioso para mí y mis compañeros dentro del mismo, ya que tiene un balance perfecto entre desarrollo de habilidades técnicas y creativas, la innovación es parte del futuro y las nuevas generaciones necesitan gente innovadora, que esté capacitada para hacer que estas ideas se vuelvan realidad.

Otras entradas